Cuando Nieves, nuestra profesora de Biblioteconomía, nos pidió que diversificáramos la temática del blog con aquellas cosas de la vida cotidiana en las que la biblioteca y los libros estuvieran presentes, una de las que se me vinieron a la cabeza fue ésta.
Se trata de una pequeña anécdota que pude poner en común con un buen amigo y paisano, que también le ocurrió algo parecido, cuando coincidimos en las puertas del cine dispuestos a ver la reciente adaptación al cine de todo el caso GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación) dirigida por Miguel Courtois y con guión del genial Antonio Onetti. Resulta que mi primer recuerdo de uno de los capítulos más negros y hediondos de nuestra democracia, durante el que la mayoría de los que asistimos a este curso llegamos a la vida (1985), llegó mucho después, y de la mano de un libro de color amarillo intenso, con letras de un rojo de la misma gradación, grueso, que se dejaba ver en la estantería correspondiente al número 3 de la CDU de la biblioteca pública de la que ya he comentado algo en anteriores posts. Yo no sabía por entonces qué era, pero en mi cabeza ha quedado grabado su recuerdo, y siempre que se habla de algo relacionado con este tema, vuelve a mí esta misma imagen que os ofrezco.
En el caso de mi amigo es diferente. El primer recuerdo que tiene de esta trama es la marca "GAL" de polvos de talco que andaba en casa por la época de su infancia.
1 comentario:
Impagable este homenaje que me haces, abuelo. ^^
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